Los aranceles de Estados Unidos a Brasil provocan una tormenta en el mercado del café | Mercados Financieros

La guerra comercial de Donald Trump ha alcanzado a los productores de café brasileños. El arancel del 50% sobre todas las importaciones procedentes del país ha cortado de raíz uno de los canales más transitados en el mercado mundial del grano: las firmas de tueste estadounidenses rechazan nuevos contratos y han puesto en revisión los vigentes con los productores de Brasil. Así buscan ganar tiempo a ver si hay margen para la negociación. Pero la cotización de la materia prima ya se ha sacudido: los contratos de entrega futura del café arábica —la variante más dulce, cotizada en Nueva York— subieron al ritmo semanal más acelerado desde hace nueve meses (más del 10%), marcando siete días consecutivos al alza, la última el jueves, con un repunte del 3,3%.

El proteccionismo ha generado desequilibrios entra la oferta y la demanda. Mientras en los mercados internacionales el precio base del grano sube, la prima que se paga por el café exclusivamente brasileño, menos apetecido, cae. Es un fenómeno típico del comercio internacional cuando se impone un arancel: el exportador suele asumir el golpe en el corto plazo y baja los precios para no quedar fuera del mercado. El importador, por su parte, puede ver reducidos sus márgenes e intenta renegociar precios y contratos. Y si la medida se extiende en el tiempo, el encarecimiento llega al bolsillo del consumidor.

“La coyuntura actual para los tostadores estadounidenses es como tener que escoger entre un Ferrari y un Toyota”, ilustra Gustavo Gómez, presidente de Asoexport, la patronal de los exportadores de café de Colombia. “Digamos que el café colombiano, por su calidad, es el Ferrari. Y que el brasileño, más masivo, el Toyota. Ahora, por los gravámenes, el Toyota cuesta casi lo mismo, así que… mejor compro el Ferrari”, apunta.

Pavel Cardoso, presidente de la Asociación Brasileña de la Industria del Café (ABIC) —que agrupa a las empresas responsables de la producción, comercialización y certificación de café en el país más grande de Suramérica— dice que “Estados Unidos no tiene dónde encontrar café al precio y calidad que ofrece Brasil” y recuerda que la industria cafetera en EE UU mueve 343.000 millones de dólares al año en EE UU, equivalente al 1,2% del producto interno bruto estadounidense. “La desestructuración en la cadena de suministro provocada por los aranceles encarecerá los precios en el corto plazo, tanto del arábica como del robusta [la variante más amarga, cotizada en Londres], especialmente para el consumidor estadounidense”. Tras los exportadores, en la lista de afectados por los aranceles, siguen los clientes finales.

El consejero delegado de la patronal del café en Brasil (Cecafé), Marcos Antonio Matos, retrata que la relación que hay entre ambos países alrededor la industria cafetera es íntima: “El café representa más del 8% del valor total de la industria de servicios alimentarios de Estados Unidos y Brasil aporta el 32% del café que se toman ahí. Por cada dólar gastado en café importado, se inyectan 43 dólares adicionales en la economía estadounidense” sentencia. Ese efecto multiplicador se explica por todo lo que ocurre después de que el café llega a los puertos: transporte, almacenamiento, tostado, comercialización, venta en supermercados y cafeterías, empleos asociados, impuestos y servicios complementarios. Matos, que irá en septiembre a Washington para negociar una exención, sentencia: “Las marcas de café icónicas de Estados Unidos podrían verse afectadas, incluso desaparecer, si se ven obligadas a modificar sus mezclas”.

Alta volatilidad

La volatilidad ha estado al orden del día en la cotización del café durante 2025. El precio del contrato más cercano se encarece un 23% en el año, pero quien haya comprado la fiebre de abril y vendido el miedo de julio, habría perdido un 30% de la inversión. Solo el martes, el precio en Nueva York saltó casi un 4% y avanza un 28% solo en agosto. La probabilidad de que una taza de café se encarezca en EE UU aumenta. En Canadá, donde no hay aranceles a las importaciones del grano, los precios de la bebida han subido más de un 27% en el año; el doble de lo reportado por EE UU. “Esto plantea dudas de si las cifras oficiales de inflación en Estados Unidos están subestimando el verdadero ritmo de subida de precios, o si el golpe llegará con retraso”, advierte Cameron Crise, estratega macro de Bloomberg, en una nota.

“Los intermediarios estadounidenses buscarán café en otros países productores, pero cuando lo hagan, encontrarán precios más altos”, advierte Cardoso. “Romper cadenas establecidas —como las exportaciones de Vietnam a Europa o Asia— implicará que esos países vendan más caro a Estados Unidos. Eso elevará las cotizaciones en los mercados”, remacha. Entretanto, otros productores quieren aprovechar el repunte de precios. Colombia viene de cifras récord en cosecha y tiene el objetivo de crecer más. Pero Gómez recuerda el golpe de realidad: “Colombia no puede aumentar [exponencialmente] su producción de un día para otro”. La naturaleza lo impide: un árbol de café tarda dos años en crecer. “Lo que se puede hacer ahora es aprovechar el momento para colocar el grano a mejor precio”, sentencia.

Colombia, tercer productor mundial de café, es el segundo mayor proveedor de EE UU y envía el doble que Vietnam, el tercero en la lista. “Entre los seis principales productores del grano en el mundo, Colombia quedó con la mejor posición arancelaria”, explica Wilber Jiménez, CEO de 930, una empresa colombiana que cultiva, tuesta y vende café en taza. Colombia tiene un arancel del 10%, frente al 50% de Brasil o el 20% de Vietnam, sus dos competidores directos. Jiménez, aunque reconoce que el país no tiene la capacidad para reemplazar a Brasil en volumen, dice que esa diferencia es una ventaja competitiva que les permitirá “ganar terreno en reputación y precio”.

La presión en los precios se explica también por el movimiento técnico de los operadores en el mercado de futuros. Los especuladores han intensificado sus compras anticipadas, apostando a que los tostadores —que suelen cubrir sus necesidades entre agosto y octubre— tendrán que entrar pronto al mercado para asegurar sus provisiones de diciembre. “Como los tostadores tendrán que comprar contratos de entrega futuros para diciembre en las próximas ocho semanas, los especuladores tienen motivos para empujar más los precios al alza”, explica Ilya Byzov, operador de Sucafina, a Bloomberg. El clima es otro factor de riesgo: “La cosecha de café arábica ya era menor, y una helada reciente ha confirmado esa tendencia”, confirma Cardoso. “Los inventarios están en mínimos históricos y el mercado ya mira la cosecha de 2026, que podría ser récord si el clima lo permite. Pero, hasta entonces, la volatilidad marcará el ritmo”, concluye.

About The Author

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

BUGA.COM.CO

Tu sitio

Buga

An elegant and minimalistic theme, which is predominantly designed for a web news portal and magazine with an immense research on contemporary online newspapers. With the help of available customizer options and widgets, you can implement layouts as a trending news journals, modern fashion magazine, travel blogging & magazine, clean and minimal news sites, blogging site and even more. The theme is SEO friendly with optimized codes and awesome supports.

M7 Social

M7 Social Subtitle