
El 84% de los autónomos mantuvieron o mejoraron su facturación en el primer semestre, según UPTA | Economía nacional e internacional
El el primer Observatorio Económico del Trabajo Autónomo, que ha elaborado la Unión de Trabajadores y Profesionales Autónomos (UPTA) encuestando a más de 2.000 miembros de este colectivo, indica que ocho de cada diez de estos ocupados (el 84%) mejoraron o, al menos, mantuvieron su facturación durante el primer semestre de este año respecto al mismo periodo de 2024.
En concreto, el 64% dijo haber incrementado sus ventas, algo que concentró especialmente en sectores como el de la hostelería, los servicios personales, las reparaciones, la fontanería o la electricidad. A estos se les suma otro 20% que aseguró haber mantenido su facturación en niveles superiores a los de los mismos meses del año anterior. Estos se registraron de forma más generalizada en las actividades relacionadas con el comercio de alimentación, donde, según el informe de este observatorio, “las ventas parecen haberse estancado”.
Peor parados resultaron el 16% de los encuestados que aseguraron haber disminuido sus ventas entre enero y junio de este año. Muchos de ellos se ubicaban especialmente en el sector textil, que para UPTA está entre los que presenta más dificultades.
Estas mejoras de los resultados económicos vienen acompañadas de ganancias de empleo. Así lo atestiguan las cifras oficiales de afiliación a la Seguridad Social que indican que en este primer semestre del año se registraron algo más de 40.000 nuevos cotizantes al sistema especial de trabajadores autónomos (RETA) frente a una pérdida de unos 35.000 afiliados de este colectivo en el primer semestre de 2024.
Según estas respuestas y pese a los contrastes sectoriales en cuanto a la marcha de la actividad, la percepción global de estos trabajadores ante el futuro más próximo es positiva: el 70% de los encuestados cree que cerrará el año con mejores cifras que en 2024, frente al 20% que cree que irá a peor y el 10% que prevé una situación similar.
Para esta asociación, “los datos confirman una recuperación económica generalizada en el colectivo, pero también revelan que las preocupaciones estructurales de los trabajadores por cuenta propia se mantienen, especialmente en lo relativo a la elevada carga fiscal y la desprotección social”.
Las quejas
De hecho, más allá de la evolución de la actividad, este barómetro del clima económico que viven los autónomos apunta a varias preocupaciones históricas del colectivo: el 80% de los consultados considera que su principal problema es la “asfixia fiscal”. Esta queja ha sido referida en mayor medida por los autónomos personas físicas, que, según UPTA, “soportan altos niveles impositivos sin beneficios equiparables a los trabajadores asalariados”, denuncian desde UPTA.
Además, el 10% ha denunciado la escasa protección social, destacando casos como el de las incapacidades temporales, durante las cuales estos profesionales tienen que seguir afrontando los gastos de su trabajo como el alquiler de locales o los suministros. Asimismo, el 5% ha señalado como principal problema las altas cotizaciones a la Seguridad Social, que consideran desproporcionadas e injustificadas. Y otro 5% apunta a la inestabilidad política, como factor de riesgo para la economía en su conjunto.
Esto lleva al presidente de UPTA, Eduardo Abad, a asegurar que “es imparable una reforma fiscal profunda para el colectivo y una mejora de la protección social que equipare los derechos del colectivo con los trabajadores por cuenta ajena. Esta es nuestra premisa y seguiremos trabajando duro para conseguirla”.
Próxima negociación
El Gobierno tiene previsto citar a las principales asociaciones de trabajadores autónomos a la vuelta del verano para iniciar las negociaciones sobre su régimen de cotización a la Seguridad Social según sus ingresos reales, cuya siguiente fase está pendiente de desarrollar.
Los Ministerios de Hacienda y Seguridad Social acaban de completar la primera regularización de cotizaciones sociales de los autónomos que estrenaron en 2023 un nuevo sistema de cuotas, que desde entonces se fijan en función de los ingresos reales (declarados) por estos profesionales. Este nuevo sistema estableció una serie de tramos de cotización según los ingresos de cada uno, que el Ejecutivo pactó con las asociaciones de autónomos para el periodo 2023-2025, que concluye ahora, tras haberse producido ya la primera regularización.
Ahora, la segunda fase de implantación de las cotizaciones según ingresos reales de los autónomos se producirá, en principio hasta el año 2032, a no ser que las partes vuelvan a negociar un periodo inferior para hacerlo más progresivo. Es más, el secretario de Estado de Seguridad Social, Borja Suárez, confirmó esta misma semana que la intención de su departamento es plantear, en esta próxima mesa de negociación con los autónomos, cambios en su protección social y, particularmente, en las condiciones de la prestación por cese de actividad (equiparable a la prestación por desempleo de los asalariados) y que se reconoce a un porcentaje muy pequeño de trabajadores.