Trabajadores de día, futbolistas de noche: Negreira vive el sueño de la Copa: “El día del partido iré a trabajar como siempre” | Fútbol | Deportes
“El día del partido voy a ir a trabajar como un día normal”. La jornada laboral de José Dacuña, portero de la SD Negreira comienza muy pronto, concretamente a las seis de la mañana, cuando se levanta. Una hora más tarde ya se ha puesto manos a la obra en el concesionario Copersa, su lugar de trabajo desde hace más de quince años. Es chapista. En el mismo caso que el cancerbero está su compañero Gonzalo Suárez, frigorista. “Pides días en el trabajo para jugar, pero tampoco se pueden pedir tantos porque vas a tener problemas. Es complicado. Es más fácil para los chavales jóvenes que están estudiando… Trabajaré como un día normal, aunque acabaré un poco más pronto”, confía el atacante de un equipo y un pueblo, Negreira, que hoy, a partir de las 21.00 vivirán un día “histórico” con la disputa de la primera ronda de una nueva edición de la Copa del Rey con la Real Sociedad como rival.
El nombre de este equipo que milita el Grupo 1 de la Preferente Autonómica de Galicia, fue uno de los más nombrados durante la mañana del sorteo. El motivo: la coincidencia de su denominación con el apellido de José María Enríquez Negreira, el que fuera vicepresidente de los árbitros y receptor de los pagos del FC Barcelona durante años. De hecho, las bromas comenzaron mucho antes de que tuviera lugar el sorteo. Lo hizo el entrenador del Negreira, Adrián Vázquez, en la rueda de prensa posterior a la histórica clasificación, que pidió jugar contra el Barça. “A ver si hay un pequeño amaño y nos toca contra ellos”, comentó entre risas, siendo consciente, eso sí, de que era algo imposible porque el equipo que entrena Flick está exento de esta primera ronda por su participación en la próxima edición de la Supercopa.
Pero, lo de las bromas, no es algo habitual, tal y como reconocen sus jugadores. “A nivel Galicia y de pueblo, Negreira se conoce como un club histórico que estuvo en Segunda B. Escuchas coñas, pero sin ninguna importancia, porque pesa más la institución que casi tiene 70 años de historia. No se le da demasiada importancia. Te ríes, pero creo que pesa más lo deportivo y el club que el meme ese del caso Negreira”, confirma Gonzalo. Su compañero José se expresa casi en los mismos términos. “En Galicia te pueden hacer algún comentario, pero ningún rival nos hace comentarios para faltarnos al respeto”, significa.

Volviendo al partido en sí, los casos de José y de Gonzalo no serán los únicos que vivan una jornada normal de trabajo y es que mientras los jugadores de la Real Sociedad estén desayunando en las instalaciones de Zubieta, la mayoría de los jugadores del Negreira llevarán ya unas cuantas horas manos a la obra. Es lo que tiene no ser futbolista profesional. Pero hoy, durante 90 minutos, si no hay prórroga de por medio, fútbol profesional y aficionado serán rivales sobre un mismo terreno de juego. En esta ocasión, el García Calvo, que lucirá sus mejores galas para una cita muy especial. “Para mí es un orgullo poder jugar contra un equipo que ha jugado recientemente en Champions y que ha estado en Europa de manera recurrente los últimos años”, asegura el guardameta, que a sus 38 años, casado y con dos hijas, una de cuatro años y otra de seis meses, vivirá algo con lo que ha soñado cuando empezó su carrera en campos de tierra.
Echa la vista atrás y los recuerdos se le amontonan en la cabeza. “Me río cuando escucho ahora a los jóvenes quejarse de los campos y de que si el balón bota mal en hierba artificial. Tenían que venir a ver cuando empecé yo en campos de tierra. Se quejan de vicio. Aquí llueve mucho y casi siempre íbamos al vestuario y solo se nos veía el blanco de los ojos de todo el barro que llevábamos encima”, recuerda entre risas alguien que recuerda haber jugado en categorías inferiores con futbolistas ahora consagrados como Iago Aspas o Joselu Mato. “Ver a Aspas por aquel entonces ya era una gozada”, rememora el portero, que hoy contará con el apoyo de sus seres queridos en el campo. “No se lo perderán. La mayor ya se da cuenta de las cosas. La pequeña no, pero también estará para apoyarnos”, confirma el portero.
En las gradas del García Calvo también estará la mujer de Gonzalo Suárez, que a sus 35 años vivirá una “jornada inolvidable”. “Llevamos más de un mes pensando en la Real Sociedad”, asegura sobre un acontecimiento que “seguramente no va a volver a pasar en la historia de este club”, confirma. “Lo más difícil ya está hecho. Ahora toca disfrutar y, si se puede competir, que creo que va a ser imposible, hacerlo, pero sobre todo, disfrutar de algo que va a ser apoteósico”, enfatiza.
“Mi mujer me dice que este es mi último año…”
Dicen que sarna con gusto no pica y tanto José como Gonzalo encuentran en el fútbol una liberación. “Si estás todo el día metido en una rutina de trabajo, en mi caso, el fútbol me ayuda mucho a desconectar. Me gusta mucho entrenar, esa dinámica del equipo… Todo te ayuda a seguir y, dentro de la edad que tengo, por ahora puedo seguir”, sostiene el meta. El atacante es de la misma opinión, aunque es consciente de que el final de su carrera se va acercando. “Cuando eres niño sueñas con llegar lo más alto posible. Hay momentos en los que despuntas, tienes suerte y te ficha una cantera, pero yo estoy bastante tranquilo con mi carrera. Si la mujer me deja, seguiré un año más, pero creo que este va a ser el último. Me dice: ‘Este es el último año”, se resigna un futbolista “ilusionado” a la par que “nervioso” por enfrentarse a jugadores que ve por televisión.
“Juego en la misma posición de Oyarzabal, que es un grande de la Selección. Me gustaba mucho también Mikel Merino. La Real ha fichado a jugadores buenos como Carlos Soler, Guedes… Está Brais Méndez, que es gallego. Hay ilusión. Es una noche para disfrutar y a ver si se puede coger alguna camiseta”, desea Gonzalo. Ese también es el deseo de Dacuña, aunque la Real ya les ha asegurado a cada uno de los integrantes de la plantilla del Negreira que recibirán una camiseta del equipo blanquiazul. “Elegí la de Remiro, pero eso no significa que el día del partido no se la pida a Brais Méndez porque es gallego”, explica el atacante para quien la visita de la Real Sociedad ha disparado la ilusión en un pueblo “muy futbolero” como es Negreira. “Por el pueblo ves a los niños ir a la escuela con la camiseta del Negreira y los más veteranos del lugar te paran por la calle y te dicen: ‘A ver qué podéis hacer…’ Se lleva con ilusión. Lo que toca ahora es disfrutar”, comenta.
