Torneo de Tokio 2025: Alcaraz disuelve a Fritz, se corona en Tokio y abrillanta un curso excepcional | Tenis | Deportes

Se eleva de nuevo Carlos Alcaraz, esta vez en Tokio, donde el número uno supera a Taylor Frtiz en el desenlace (doble 6-4, tras 1h 33m), alza su octavo título del curso y exhibe su momento plenipotenciario: el presente es suyo. Y 2025, también. Más que rotundos los registros, con un récord personal de victorias (67) y de trofeos (8), y una continuidad a prueba de bombas. Él y la ola de la felicidad. A excepción de Barcelona y Wimbledon, batido en ambos casos en la final, todo lo que ha jugado el número uno lo ha ganado y abunda otra vez en Japón, primera experiencia y, en resumen, otro paseo deslumbrante. Todo comenzó con un susto, el retorcijón del primer día, pero una vez superado el contratiempo, sencillamente ha prolongado el vuelo.
Gran tenista Fritz, no cabe duda, del mismo modo que se refurezar la certeza: tanto él como cualquier otro adversario necesitarán mucho más para frenar a un tenista desatado e incandescente, hinchado y confiado, más y más superior al resto conforme avanzan los días y van dirimiéndose los torneos de este curso que enfila ya el tramo final. A excepción de Jannik Sinner, finalista en paralelo de la cita de Pekín, no se adivina jugador que sea capaz de hacer frente al arrollador despliegue del murciano, sumamente opresivo, soluciones para todo. Si no es por fantasía es por oficio y si no, por una mera cuestión de inercia. Para los demás, los partidos contra él se traducen en pura agonía, en tratar básicamente de averiguar cuándo se romperá la cuerda.
En esta ocasión, el giro se produce al noveno juego, después de que Fritz ya haya resistido con fe las cinco primeras arremetidas y de que el español, caliente porque todavía no llega la recompensa del break, haya tenido un enganchón con el juez por la demora a la hora de servir. Necesitaba aire después de un punto acabado en la red, pero el reloj, los 25 segundos que impone la norma, no perdonan. “¿Tú crees que esto es normal? Ok, no has jugado al tenis en tu vida…”, le dice al árbitro tras haber recibido la advertencia. No le descentra la anécdota. Alcaraz logra poco después su propósito pese a los intentos del norteamericano por revolverse, y a éste se le viene le mundo encima. Exige, pero no hay retorno para él. Se cierra la manga tras 47 minutos de trabajo.
Tiene Alcaraz recursos para todo y respuestas por doquier, y si no resuelve en línea recta lo hace por empaque o bien a las bravas. Así lo hace en el segundo parcial, cuando el estadounidense se rebela una última vez y aprieta un poco más, en vano. Para entonces ya ha sido atendido de unas molestias en el cuádriceps; lógico, el esfuerzo que requiere lo que persigue hace estragos. Al acercarse en el marcador, Fritz termina recibiendo el bofetón definitivo: una última dosis de servicio y una dejada abierta, liftada, perfecta. Rubrica que el español ha familiarizado, pero no por ello extraordinaria. Redondea y sintetiza el transcurso de una semana entre extremos: cinco minutos heladores por el tobillo y luego, diversión a raudales. Máximo control.
“Excepto los cinco minutos después de la torcedura, cuando estuve en el suelo, he disfrutado de cada segundo que he estado aquí. Estoy muy contento con el nivel que he dado y por cómo me he repuesto ante esa situación”, concede a pie de pista, convertido ya en el cuarto español que se corona en Tokio después de que lo hicieran Manuel Orantes (1977), David Ferrer (2007) y Rafael Nadal (2010). Con 24 títulos y una larga carrera todavía por delante, se sitúa a solo tres del alicantino (27) y luce orgulloso el trofeo, octavo de un ejercicio fabuloso que encontró el punto de inflexión en abril. Solo cinco jugadores habían conseguido alcanzar esa cifra en un curso durante los 25 últimos años: Roger Federer, Nadal, Novak Djokovic, Andy Murray y Sinner.
“El principio de la temporada no fue fácil”, recuerda. “Así que estoy muy orgulloso de todo lo que he ido consiguiendo después”, continúa, refiriéndose a la secuencia triunfal que abrió tras la derrota sufrida en el Masters de Miami, entonces envuelto por la duda; a partir de ahí, 52 victorias en 55 encuentros y los premios obtenidos en Montecarlo, Roma, Roland Garros, Queen’s, Cincinnati, US Open y ahora Tokio, con el logrado previamente en Róterdam también en la cuenta. Lanzado, reforzado y multiplicado, de nuevo en lo más alto del ranking, Alcaraz encuentra alicientes de sobra de aquí en adelante. De entrada Shanghái, donde esta misma semana empezará a competir a la búsqueda de otro laurel y de avalar la sentencia de Fritz: “Es el mejor del mundo”.
Carlos Alcaraz
vs
Taylor Fritz
Sets:
