Naturgy advierte del impacto gasista por las sanciones de la UE a Rusia a la espera de una solución para Ucrania | Empresas
Naturgy, empresa estratégica por su papel como aprovisionador energético en España, advierte del impacto que puede tener el nuevo paquete de sanciones que prepara la Unión Europea contra Rusia y con el que Bruselas pretende prescindir de todo el gas ruso a finales de 2027. Según destaca la compañía en documentación oficial remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) el pasado 1 de agosto, “en este nuevo marco regulatorio propuesto, algunas empresas energéticas, entre ellas Naturgy, podrán verse afectadas por la aplicación de las nuevas restricciones, especialmente en lo relativo a los contratos de suministro a largo plazo firmados en un contexto anterior al conflicto”.
La advertencia de la compañía llegaba pocos días antes de los esfuerzos diplomáticos realizados para tratar de estabilizar la situación de Ucrania. No obstante, aún existen muchas dudas de la capacidad de Estados Unidos o la Unión Europea para lograr que Moscú algún acuerdo que enfríe la guerra a corto plazo y pueda alejar potenciales sanciones que afecten al mercado del gas.
Naturgy teme las consecuencias de la prohibición de importar gas ruso desde el 1 de enero de 2028. La energética española recela de esta prohibición ya que cuenta con un contrato de largo plazo (hasta 2041) que supone el 17% de su aprovisionamiento. Es decir, casi una de cada cinco moléculas de gas que importa Naturgy vienen de Rusia. A día de hoy, el país gobernado por Vladimir Putin es el tercer mayor proveedor de este bien de primera necesidad, solo por detrás de Argelia y EE UU, según datos de Enagás.
Para poner su situación en contexto, la empresa explica a sus inversores que “como parte de su cartera diversificada, Naturgy mantiene vigente su contrato de aprovisionamiento de gas a largo plazo de origen ruso, suscrito en 2013 con un consorcio internacional conformado por Novatek (50,1%), TotalEnergies (20%), CNPC (20%) y Silk Road Fund (9,9%). Este contrato, tiene cláusulas take or-pay que cubren todo su periodo de vigencia. Desde el inicio del conflicto, Naturgy ha recibido los volúmenes estrictamente establecidos en el contrato. En el primer semestre de 2025, el volumen de este contrato ha supuesto el 17% del aprovisionamiento global de Naturgy (similar en 2024)”.
La cuestión no es baladí. Además de Naturgy, algunas de las más grandes energéticas europeas como Shell, TotalEnergies o Repsol también cuentan con contratos de aprovisionamiento con Rusia que, si se obliga a su fin, tendría consecuencias en el mercado gasista. Ante una menor oferta, por el veto a la compra de gas ruso, los operadores se ven obligados a competir en otros mercados con la más que previsible subida de precios, lo que posteriormente se acaba trasladando a los consumidores. El problema a continuación se extiende a la electricidad, como se pudo ver tras el estallido de la guerra en 2022, que acabó provocando un fuerte incremento de la inflación. Esto conllevó subidas de tipos de interés, con el duro impacto que todo ello acaba teniendo para los ciudadanos de estados como España, muy dependiente de los hidrocarburos del exterior.
Por eso, la propia Naturgy ya envió una carta en junio a la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen, y la vicepresidenta, Teresa Ribera, para pedirles que se fuera inteligente a la hora de tomar medidas. El presidente de la compañía, Francisco Reynés, ya explicó también en junio que “esta detracción (en referencia a la prohibición de gas ruso) provocará un repunte de los índices del gas, entre ellos el TTF, que es la referencia para la compra de gas y la referencia para la fijación marginal del precio de la electricidad en los pools”, alertó. “Mirémoslo todo en general porque la medida, que puede ser muy loable, no provoque que el incumplidor es el beneficiario y el incumplido es el que paga”, remató Francisco Reynés en un evento celebrado por El Economista.
Impacto incierto aún
Desde que se realizaron dichas advertencias, la Comisión Europea está tratando de afinar las sanciones al gas ruso. La propia Naturgy señala en su memoria semestral presentada hace tres semanas: “En relación con las posibles implicaciones legales para los operadores, el Comisario europeo de Energía, Dan Jørgensen, ha señalado que: ‘Contamos con una opinión muy clara del equipo jurídico de la Comisión, en la que se afirma que, dado que se trataría de una prohibición (una prohibición expresa), las empresas no incurrirían en problemas legales. Esto se consideraría un caso de Fuerza Mayor, como si se tratara de una sanción’”. Esto aliviaría a la compañía, cuyo contrato le obliga a pagar tome o no tome el gas (take or pay, en la jerga sectorial), pero para sustituir ese gas se vería obligado a buscarlo en otras geografías a precios superiores, consideran fuentes del sector.
Además, la compañía rebaja la presión y señala que “la propuesta está siendo tramitada por el procedimiento legislativo ordinario, con participación conjunta del Parlamento Europeo y el Consejo de la UE, que pueden introducir cambios como colegisladores. Una vez aprobada la norma final, se podrá valorar su impacto sobre los operadores europeos con contratos a largo plazo”.
La cuestión es motivo de preocupación para los analistas que siguen a la compañía. Ante las preguntas lanzadas en julio tras la presentación de resultados, el secretario general y del consejo, Manuel García Cobaleda, señaló que “(CE y Parlamento Europeo) reconocieron que tenían que estudiar las implicaciones legales, y nos complace que hayan identificado la gran diferencia entre contratos spot (corto plazo) y contratos a largo plazo”.
“Confiamos en que, en el proceso que comenzó a mediados de junio y que debería concluir a finales de año, la Comisión, con la ayuda del Parlamento Europeo y los estados, encontrará ese conjunto de herramientas legales al que se han comprometido”, añadió el directivo de Naturgy ante el mercado.
Previamente a estas declaraciones, la firma gasista organizó un coloquio en el que participó Nicolás González Casares, eurodiputado del PSOE y miembro de la Comisión de Industria, Investigación y Energía (ITRE) del Parlamento Europeo. En el mismo, el europarlamentario aseveró que “hay que reducir y eliminar la dependencia energética de Rusia. Pero las medidas que se adopten deben estar basadas en el análisis del impacto de esta decisión y consensuada entre todos los países de la Unión Europea”.
Todo el paquete de sanciones de Bruselas, en cualquier caso, se prepara en paralelo a las negociaciones entre las principales potencias del mundo para tratar de buscar una solución a la situación de Ucrania, por lo que aún está por ver cómo acabará afectando al contrato de largo plazo de Naturgy con Rusia y por consiguiente a los consumidores de gas en España.
