Muere Rafael Calvo Ortega, ministro de Trabajo cuando se aprobó el Estatuto de los Trabajadores | Economía
“El Estatuto de los Trabajadores es bueno porque cubre el vacío de una legislación laboral del sistema anterior difícil de aplicar en la España democrática”, decía en 1979 Rafael Calvo Ortega, entonces ministro de Trabajo a las órdenes de Adolfo Suárez, meses antes de que el Congreso avalase la primera versión de la principal norma que regula las relaciones laborales en España. Calvo falleció este lunes en Madrid a los 92 años, según confirma el Ayuntamiento de El Espinar (Segovia), municipio en el que nació. También fue senador constituyente por Segovia, diputado en el Congreso por la Unión de Centro Democrático (UCD), secretario general de esta formación y eurodiputado por el Centro Democrático y Social.
Calvo ostentó el cargo de ministro de Trabajo de febrero de 1978 a mayo de 1980. El perfil que le dedicó EL PAÍS entonces, cuando dejó esta cartera para dedicarse a la secretaria general de UCD, se titulaba Calvo Ortega, un hombre del presidente. “Amigo de Suárez, algunas personas cercanas le califican como un hombre de derecha civilizada y con espíritu negociador y de consenso”, indicaba aquel texto. También daba cuenta de su papel protagonista en la negociación del Estatuto, un rol que “le hizo subir puntos en la balanza política del partido centrista”. La norma llegó al Boletín Oficial del Estado el 14 de marzo de 1980 y ha sido reformada en varias ocasiones desde entonces.
El Ayuntamiento de El Espinar subraya que fue una “figura destacada durante la Transición democrática española”. Según indica su ficha en el diccionario de catedráticos españoles de la Universidad Carlos III, más allá de ministro de Trabajo fue senador por Segovia de 1977 a1979, diputado por Asturias de 1979 a 1982 por la UCD y diputado al Parlamento Europeo por el Centro Democrático y Social, la formación que impulsó Suárez en 1982 junto a otros antiguos cargos de la UCD.
Además, en 2008 fue nombrado presidente de la Junta Arbitral de Resolución de Conflictos en Materia de Tributos del Estado Cedidos a las Comunidades Autónomas y en 2012, presidente de la Fundación Iberoamericana de Economía Social. Tiempo atrás, de vuelta a 1980, le fue concedida la Gran Cruz de la Real y Muy Distinguida Orden de Carlos III.
Calvo también destacó por su actividad académica: según consta en su biografía como diputado en el Congreso, se licenció en Derecho en la Universidad de Salamanca, con la calificación de premio extraordinario; hizo el doctorado en la misma universidad, con igual calificación; y posteriormente se doctoró en la Universidad de Bolonia, obteniendo el premio extraordinario del doctorado
De 1964 a 1965 fue profesor adjunto interino de Economía Política y Hacienda Pública de la Facultad de Derecho de la Universidad de Salamanca; en 1970 fue nombrado profesor de Derecho fiscal en la misma universidad; en 1976 logró la distinción como catedrático de Derecho financiero y tributario en la Facultad de Derecho de San Sebastián; y en 1997 pasó a ser catedrático de la misma especialidad en la Universidad Complutense de Madrid. En 2008 fue reconocido doctor honoris causa por la Universidad de Oviedo.
