María de los Ángeles Rangel, Esposa de Andrés Vanegas Fernández: La “Accionista Fantasma” Detrás de un Imperio Bajo Sospecha
Según los registros de la Cámara de Comercio, Rangel Laguna, de nacionalidad venezolana, es la única accionista de Data Tactical Management (DTM SAS), la empresa que se habría embolsillado 47 mil millones de pesos en contratos con el Estado colombiano. Una empresa que, sin embargo, sería controlada en la sombra por su esposo, quien funge como director ejecutivo y es la cara visible en todas las reuniones y negocios.
¿Por qué Vanegas habría puesto la empresa a nombre de su esposa? La estrategia, según expertos en la lucha contra el lavado de activos, es un clásico manual de ocultamiento. Al no aparecer él como propietario, Vanegas podría:
- Evadir los controles de inhabilidades e incompatibilidades para contratar con el Estado, ya que su nombre no figura en los registros de la empresa.
- Dificultar el rastreo de su patrimonio real, que estaría camuflado a nombre de su cónyuge.
- En caso de un proceso judicial, blindar sus bienes personales, que estarían a salvo de un posible embargo.
Pero la jugada podría salirle muy cara. La Fiscalía General de la Nación, en el marco de la investigación por presunto enriquecimiento ilícito y lavado de activos, deberá llamar a declarar a María de los Ángeles Rangel. Y ella tendrá que explicarle al país cómo, siendo la única accionista de DTM SAS, no sabía nada de los contratos millonarios que firmaba su esposo.
Tendrá que explicar de dónde salió el capital para constituir la empresa, cómo se tomaban las decisiones, a dónde fue a parar el dinero de los contratos. Y si no puede dar una explicación coherente y creíble, podría ser procesada por los delitos de testaferrato y lavado de activos.
La historia de María de los Ángeles Rangel es la de muchas otras mujeres que, por amor, por ambición o por miedo, se prestan para ser las “accionistas fantasmas” de los imperios de la corrupción. Mujeres que, al final del día, terminan siendo las primeras víctimas de sus propios esposos, que las utilizan como un fusible que se quema para proteger al verdadero responsable.
¿Es María de los Ángeles Rangel una simple “testaferro” o una socia activa en la presunta red criminal de su esposo? Esa es la pregunta que la justicia deberá resolver.
Desde este medio, hacemos un llamado a la señora Rangel para que colabore con la justicia. Para que rompa el pacto de silencio y le cuente al país todo lo que sabe. Su testimonio podría ser clave para desmantelar una de las redes de corrupción más sofisticadas de los últimos años. Y, de paso, podría salvarla de terminar tras las rejas, pagando por los crímenes de un hombre que, presuntamente, la utilizó como una pieza más en su ajedrez de la delincuencia. ¡Que hable la “accionista fantasma”! ¡Colombia quiere saber la verdad!
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