La avalancha de deuda de las tecnológicas para invertir en IA baja la fiebre en el mercado | Mercados Financieros

La revolución de los llamados hiperescaladores está adquiriendo unas proporciones cada vez más colosales. La apuesta de las tecnológicas por la inteligencia artificial se mide en centenares de miles de millones de euros, unas inversiones que hasta hace poco salían exclusivamente de unos beneficios estratosféricos, pero finitos. El sector necesita aún más centros de datos y, para financiarlos, ha comenzado a llamar a la puerta al mercado de deuda, despertando los recelos en los inversores y enfriando el idilio del mercado con las tecnologías. Oracle, la más endeudada de las grandes y que ha fiado su futuro a los contratos firmados con OpenAI, está en el centro de todas las dudas: sus acciones se hunden un 33% desde su máximo de septiembre. El castigo llega también a su deuda, que cotiza por debajo del nominal, mientras que los seguros de impago sobre sus bonos —un indicador de su riesgo financiero— sube a niveles no vistos en tres años, arrastrando a los de otras compañías con elevada exposición a la IA y peor historial crediticio.

El mercado anticipa un empacho de deuda y se ha puesto en guardia; no es lo mismo pagar inversiones a cuenta de beneficios millonarios que pidiendo dinero prestado. Según los cálculos de JP Morgan, la construcción de la infraestructura global de centros de datos y de IA, junto a los suministros energéticos precisos, costará más de cinco billones de dólares de aquí a 2030. De ese montante, solo 1,5 billones provendrán de flujo de caja orgánico de las empresas; para el resto será preciso que las grandes tecnológicas acudan a la ventanilla de los mercados de capitales. “Será un evento extraordinario y sostenido en los mercados de capital”, resume la entidad.

El banco estima que en los próximos cinco años las grandes tecnológicas con exposición a la IA —Alphabet, Amazon, Microsoft, Meta y Oracle— tendrán que emitir bonos por 1,5 billones de dólares, y que solo en 2026 coloquen 300.000 millones, más de la mitad de lo que emite el Tesoro de EE UU. “Si nuestras proyecciones se cumplen, los sectores vinculados a la IA y los centros de datos podrían llegar a representar más del 20% del mercado de deuda de grado de inversión de EE UU para 2030”, apunta en un informe.

Por lo pronto, solo entre septiembre y octubre los gigantes tecnológicos han captado 75.000 millones de dólares en bonos, con grado de inversión, y se espera que cierren el año levantando más de 200.000 millones de dólares en deuda, entre colocaciones privadas (realizadas a fondos de capital riesgo con menor transparencia) y en mercado. Todo ello para sufragar inversiones para construir infraestructuras ligadas a la IA por valor de 380.000 millones de dólares.

Oracle y Meta han sido por ahora las compañías que han desplegado una mayor capacidad para financiar su estrategia de IA, seguidas por Alphabet (pese a que la matriz de Google tiene 100.000 millones en efectivo). Ésta dio el pistoletazo de salida en mayo cuando emitió 11.000 millones de dólares y Oracle irrumpió con fuerza con 15.000 millones en septiembre, con demanda récord. A partir de ahí, Meta captó en octubre 30.000 millones de dólares en bonos y ha levantado otros 27.000 en el mercado privado para financiar un centro de datos en Luisiana (EE UU). En este caso, a través de un vehículo de propósito especial (SPV), que permite a una empresa financiar un proyecto en concreto sin que esa deuda pase a estar en su balance.

Esta avalancha ha llevado a UBS a plantearse “preocupaciones sobre el riesgo de concentración”, al estar las emisiones repartidas en un puñado de valores: Meta, Oracle, Alphabet, Broadcom y Dell. Los diferenciales de las emisiones de algunas de estas empresa ya están subiendo. Y los bancos están desplegado ante estas compañías un arsenal de exóticos instrumentos de ingeniería financiera: bonos respaldados por hipotecas de centros de datos, deuda titulizada ABS (asset-backed securities)… Bank of America calcula que el año que viene el mercado de titulizaciones ligado a centros de datos alcanzará los 110.000 millones de dólares.

Inversiones crecientes y dudas sobre la rentabilidad

El fundador de Meta, Mark Zuckerberg, ha desvelado que la empresa invertirá en infraestructuras ligadas a la IA unos 600.000 millones de dólares, solo en EE UU; solo en 2025 serán 71.000, cifra que prevé casi duplicar en 2027. De momento, tiene margen: aunque prevé multiplicar su deuda en este plazo por 14 veces (de 4.000 a 59.000 millones). Ahora bien, eso irá a costa de sus programas de recompra de acciones —de 35.000 a 5.000 millones— y recortará el flujo de caja libre a menos de la mitad.

La apuesta de Oracle por la IA —derivada de su acuerdo con OpenAI— la ha convertido en solo unos trimestres en la empresa tecnológica en grado de inversión más endeudada y la única que cuenta con flujo de caja negativo. Aunque JP Morgan destaca que sus vencimientos son manejables, alerta del contexto de tipos de interés al alza y grandes compromisos futuros de inversión. A esto se suma la presión sobre sus ingresos: un tercio dependerá en 2028 de un solo cliente, OpenAI. Un escenario que lleva a Barclays a considerar que las agencias de rating rebajarán la nota de Oracle a BBB– (S&P y Moody’s ya han colocado en perspectiva negativa), a un paso del bono basura, a predecir que tendrá que acudir a los mercados privados de deuda —menos transparentes y más caros—. El banco británico llega incluso a aconsejar comprar seguros de impago sobre la tecnológica, una señal que ha sido recibida en el mercado con una escalada de los credit default swaps (CDS) de Oracle. Los bonistas registran pérdidas de hasta el 7% en poco más de un mes y medio.

Esta inestabilidad se está sintiendo en otras tecnológicas con exposición a la IA pero peor historial crediticio, no así entre los grandes hiperescaladores, que se mantienen ajenos. Las acciones de Coreweave, respaldada por Nvidia y con relevantes contratos con Meta, se desploman un 30% en Bolsa en la última semana y los CDS a cinco años sobre sus bonos suben un 13% en el mismo tiempo.

Junto a todo esto, JP Morgan pone en duda si estas ingentes inversiones se traducirán en una rentabilidad real. Según el informe, para que se logre sacar un retorno del 10% a toda la inversión requerida en los próximos cinco años se requerirían que las grandes tecnológicas registraran unos ingresos anuales de 650.000 millones al año a perpetuidad. “Una cifra asombrosamente grande”, apunta, que traducido a números más tangibles equivale a 180 dólares mensuales de cada usuario de Netflix o 34,72 dólares de cada dueño actual de un iPhone. “Si todo sale bien, habrá (y seguirá habiendo) ganadores espectaculares, y probablemente también perdedores igualmente espectaculares”, añade.

A las dudas sobre su rentabilidad se suma el posible impacto sistémico de la IA en el mercado: el Banco de Inglaterra reconoció recientemente que si hasta ahora era su posible impacto sistémico en el mercado era escaso por estar concentrado en la fuerte revalorización en Bolsa de estas empresas, su elevada necesidad de financiación podría tener impacto en el mercado de deuda y en el de materias primas, por el alto consumo de cobre.

About The Author

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

BUGA.COM.CO

Tu sitio

Buga

An elegant and minimalistic theme, which is predominantly designed for a web news portal and magazine with an immense research on contemporary online newspapers. With the help of available customizer options and widgets, you can implement layouts as a trending news journals, modern fashion magazine, travel blogging & magazine, clean and minimal news sites, blogging site and even more. The theme is SEO friendly with optimized codes and awesome supports.

M7 Social

M7 Social Subtitle