El Real Madrid no espanta los fantasmas a domicilio y se diluye ante el Bayern en la Euroliga | Baloncesto | Deportes

La investigación que el FBI lleva a cabo estos días en Estados Unidos para dilucidar el futuro de la NBA, manchada por su estrecho y preocupante vínculo con las apuestas deportivas, ha dejado en segundo plano una realidad deportiva cada vez más latente en la mejor liga de baloncesto del mundo. Las franquicias, todas, sin excepción, arman sus plantillas de un tiempo a esta parte en función de dos pilares fundamentales: las grandes estrellas y los especialistas, esto es, jugadores capaces de brillar sobre el parqué en labores muy concretas, bien sea en el tiro exterior, en la capacidad defensiva o incluso en ambas.

No parece que el canadiense Trey Lyles, con pasado en Utah Jazz, Denver Nuggets, San Antonio Spurs, Detroit Pistons y Sacramento Kings, haya brillado en ninguna de estas aptitudes. Tampoco puede ser considerado una superestrella en una liga en la que promedió ocho puntos y cuatro rebotes en 650 partidos. Sin embargo, quien brillara en la universidad de Kentucky junto a Devin Booker o Karl-Anthony Towns sí dispone de la calidad suficiente como para, al borde de la treintena, haber caído de pie en la Euroliga.

Lo agradece, claro, la plantilla del Real Madrid, que, bajo la pizarra de Sergio Scariolo, alimenta de balones al poste al ala-pívot canadiense, demasiado jugador para Vladimir Lucic, Isiaha Mike y cualquier defensor de un Bayern de Múnich que, en el ostentoso SAP Arena bávaro, parecía diluirse como un azucarillo bajo el poderío visitante al descanso (44-57). Se espesó el juego de los blancos tras el paso por vestuarios, los bávaros dispararon sus números al rebote y, de la mano de un gran Óscar Da Silva, los de Gordon Herbert desdibujaron a un Madrid que, a ritmo de récord en el Movistar Arena, donde acumulan 34 triunfos consecutivos, cae en Baviera (90-84) y sigue sin ganar esta temporada lejos de Goya (una derrota en Liga Endesa y cuatro en Euroliga).

“La defensa en la segunda parte ha estado muy lejos de ser aceptable”, resumió Sergio Scariolo, contundente tras una segunda mitad en la que, con 27 puntos, su equipo se quedó muy lejos de los 57 anotados antes del descanso. “Nos hemos puesto nerviosos, hemos fallado más de la cuenta en el tiro y no hemos estado bien. Solo queda felicitar al Bayern y seguir, porque tenemos otro partido en 48 horas [este jueves en Madrid ante el Fenerbahce]”.

Barça, Valencia y Baskonia ganan en casa

Sufrió el Barcelona en el Palau ante el Emporio Armani Milán de Ettore Messina, pero el susto final se tradujo en victoria (74-72) y los de Joan Peñarroya consiguieron adherirse, al fin, al récord positivo en la máxima competición continental, donde, con cuatro victorias y tres derrotas, se colocan en la séptima posición de la liga regular antes de viajar a Belgrado para enfrentarse este viernes al Partizán de Zeljko Obradovic.

Idéntico balance que el cuadro culé ostenta desde este martes el Valencia Basket, que se dio un festín en el Roig Arena ante el Fenerbahce, vigente campeón de la Euroliga (94-79), gracias a un ritmo frenético desde el inicio. Liderados por Kameron Taylor en anotación (17 puntos), los de Pedro Martínez se medirán este jueves, también como locales, al Dubai Basketball.

El conjunto emiratí, debutante este año —no sin controversia— en la Euroliga, cayó precisamente ante el último equipo español en liza, Baskonia, que, tras seis derrotas consecutivas, logró este martes la primera victoria de la temporada en Europa (92-85). Los de Paolo Galbiati se hicieron fuertes en el Buesa Arena y, guiados por los 25 puntos de Timothé Luwawu-Cabarrot, redujeron al Dubai antes de recibir este viernes al Andolu Efes.