El minicoche eléctrico de 11.000 euros de BYD puede triunfar en Japón… y llegar a Europa | Opinión

Es una medida audaz. BYD lanza su primer modelo diseñado para el mercado japonés. Al apuntar al singular segmento barato kei jidosha, de vehículos ligeros restringidos a 3,4 metros de longitud, el presidente, Wang Chuanfu, se enfrenta a rivales clave en su cómodo mercado nacional.

La empresa acaba de presentar el modelo Racco, un vehículo cuadrado que funciona con batería, en el Salón de la Movilidad de Japón, en Tokio. Las ventas comenzarán el próximo año. El Racco destaca por varias razones: es uno de los dos únicos coches fabricados por BYD que no están disponibles en China. El puesto en el que se exhibió fue el único organizado por un fabricante de automóviles chino: las marcas japonesas, que representan más del 90% de las entregas en su mercado nacional, dominaron la feria. Hasta ahora, BYD no les ha dado muchos motivos de preocupación, ya que solo ha vendido unos 7.000 coches de tamaño normal en los últimos tres años, pero es posible que tenga más éxito con los kei.

Según Bernstein, estos suponen el 40% de las ventas totales de automóviles del país, y Suzuki y Daihatsu venden más de la mitad de ellas. Los compradores son sensibles al precio, y los kei eléctricos, que suelen costar más de 2 millones de yenes, unos 11.000 euros, son más caros que el modelo medio, que cuesta unos 1,8 millones (10.000).

Wang podría aprovechar la fabricación de bajo coste de BYD en China para eliminar esa diferencia al fijar los precios. También podría optar por sacrificar los márgenes con el fin de afianzarse en Japón, unas dos décadas después de establecerse por primera vez allí.

Las últimas tensiones geopolíticas entre Tokio y Pekín no ayudan, por supuesto. En disputas diplomáticas similares, los consumidores chinos boicotearon los coches surcoreanos, por lo que es fácil imaginar que los japoneses opten por seguir con las marcas locales. Pero cualquier nivel de éxito de BYD en un mercado tan acogedor supondría una declaración contundente. Incluso podría sentar las bases para vender minicoches en otros sitios: Europa está valorando ajustar su normativa para apoyar las ventas de eléctricos más pequeños, inspirándose en los kei. La vicepresidenta de BYD, Stella Li, dice que observa con interés y que valoraría llevar el Racco a la región. La audaz apuesta por los coches diminutos parece merecer la pena.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías