El control de Hispasat mete a Indra en el gran proyecto satelital europeo para competir con la Starlink de Musk | Empresas

Ya es oficial, los accionistas de Indra han dado el visto bueno a la compra del 89% de Hispasat por 725 millones de euros a Redeia. Con esta operación, a la que solo le falta el visto bueno en el próximo Consejo de Ministros, la compañía tecnológica presidida por Ángel Escribano se mete de lleno en el ámbito espacial y entra en varios proyectos de calado tanto a nivel europeo como nacional. En el ámbito de la UE, Hispasat integra el proyecto para el sistema de comunicaciones satelital multiorbital IRIS², una constelación de 290 satélites que busca consolidar “la autonomía estratégica y el liderazgo tecnológico europeo”, según indicó Bruselas en diciembre de 2024, cuando firmó el contrato de concesión de este proyecto al consorcio SpaceRISE, formado por Eutelsat, SES e Hispasat.
Junto a sus socias francesa y luxemburguesa, Hispasat tiene el desafío de desarrollar una red de satélites de órbita baja capaz de competir con Starlink, compañía del magnate estadounidense Elon Musk (propietario a su vez de Tesla y SpaceX), que domina en este sector en condiciones casi monopolísticas. De hecho, la red de Starlink ha sido clave para Ucrania en la guerra contra Rusia para mantener operativas sus comunicaciones, con una Europa que no ha sido capaz de ofrecer una alternativa a la altura. El contrato del IRIS², que tiene una duración de 12 años y un coste estimado de unos 10.600 millones, también surge como respuesta a la futura red Kuiper que está desarrollando Amazon, que ahora se llama Amazon Leo. Esta iniciativa busca llevar internet a todas partes del mundo, al igual que hace Starlink.
Por otro lado, la compra de Hispasat da a Indra el control de Hisdesat, la rama militar de la que Indra ya poseía un 7% y de la que Hispasat tiene un 43% (el resto se lo reparten el Estado, Airbus y Sener). Esto da a Indra acceso a un jugoso contrato para el diseño y fabricación del programa satelital PAZ II, que sustituirá al PAZ I, que dirá adiós entre 2030 y 2031. El nuevo programa constará de dos satélites de observación de la tierra, para el que el Ministerio de Industria ha concedido un préstamo de 1.011,8 millones de euros. Su entrada en servicio está prevista entre 2030 y 2032.
La compra de Hispasat supone para Indra la adquisición del décimo operador de comunicaciones por satélite desde órbita geoestacionaria del mundo, con una flota de diez satélites más los cuatro de uso militar de Hisdesat, que funcionan en bandas X, Ka militar y UHF. Hisdesat, a su vez, ha renovado recientemente su flota de satélites de comunicaciones militares, con los nuevos SpainSat NG I y II, que permiten una cobertura de más de dos tercios de la Tierra.
“Esta adquisición refuerza nuestra capacidad industrial y tecnológica en espacio, que no solo es uno de los dominios decisivos de la seguridad y la defensa, sino que es clave en el desarrollo de la soberanía europea. Con esta adquisición Indra se sitúa en el reducido grupo de compañías europeas con capacidad end-to-end en comunicaciones satelitales y observación”, dijo Escribano este viernes frente a los accionistas, donde aprovechó para sacar pecho de la reciente visita del presidente urcaniano, Volodímir Zelenski, a Indra, en el marco de su viaje a España la semana pasada.
“El mundo que viene es más inestable, más incierto. No lo hemos elegido, pero sí podemos elegir cómo hacerle frente. En este sentido, la reciente visita del presidente Zelenski a nuestras instalaciones simboliza el reconocimiento internacional al ecosistema tecnológico e industrial que Indra está liderando. Es un reflejo del valor de nuestros productos, de nuestra capacidad innovadora y de la solidez de una compañía que está contribuyendo a la seguridad y a la industria europea”, remató Escribano.
De esta forma, el único ámbito en el que Indra no tendrá presencia en el espacio es en lo relativo al negocio de los lanzadores (algo que sí tiene Musk), donde España apuesta por PLD Space. Esta empresa, participada por el Estado, presentó la semana pasada su nuevo cohete Miura 5, justo cuando intenta cerrar una nueva ronda de financiación por un importe aproximado de 130 millones.
