El Club de Mar de Mallorca ultima su megarreforma tras invertir 95 millones para atraer a los yates más grandes del mundo | Empresas

El Club de Mar de Mallorca, una institución privada nacida en 1972 para atraer embarcaciones de grandes esloras a la bahía de Palma, se dispone a mudar de piel, pasando de ser un club privado y exclusivo de 321 socios a una instalación que estará conectada a través de una pasarela con la terminal de cruceros y con la ciudad. La pasarela ha sido inaugurada este pasado sábado y la zona de welness y spa, disponible solo para socios, lo hará el próximo 1 de diciembre. Desde principios de enero además contará con cuatro nuevos edificios, de los que dos dispondrán de áreas de restauración y de ocio para los residentes en Mallorca y los viajeros que lleguen a través de las grandes compañías internacionales como MSC o Costa Cruceros. “Hemos sabido combinar la exclusividad de una zona para los socios con la apertura a la ciudad”, destaca José Luis Arrom, director general de Club de Mar de Mallorca, en una entrevista con Cinco Días.

Con una inversión total de 95 millones de euros, el mayor desembolso realizado en una instalación portuaria recreativa en España, financiado íntegramente por los socios, y unas obras que se han prolongado durante cinco años, el nuevo Club de Mar dispondrá de 543 amarres, con más de 70 para embarcaciones de entre 40 y 170 metros de eslora. “Podremos acoger simultáneamente hasta cinco gigayates de entre 136 y 170 metros de eslora”, reconoce Arrom. En los últimos veranos han atracado en sus pantalanes los megayates de Jeff Bezos, fundador de Amazon, o Mark Zuckerberg, fundador de Facebook, lo que tuvo una gran repercusión mediática. “Los puertos deportivos, como el nuestro, estaban desarrollados para embarcaciones de hace 50 años. Ahora son más amplias y más anchas para mejorar el confort de sus propietarios. Así que lo que hemos hecho es minorar la cantidad de amarres para tener más amplitud de manga y eslora y al mismo tiempo dotarlo de muchos más servicios”, recalca Arrom.

Un gasto de 300 millones de euros al año

El grueso de la inversión, que solo se acometió una vez que se garantizó la renovación de la concesión por otros 25 años gracias al “carácter estratégico de la inversión”, que empiezan a contar a partir de 2019, se la han llevado los cuatro nuevos edificios. El más grande, denominado Tramontana, contará con tres plantas y será exclusivo para socios y personal del Club. Otros dos edificios (Levante y Poniente) albergarán el área comercial abierta a toda la ciudadanía. “Dispondrá de 33 locales, que ahora mismo están contratados al 95%”. Habrá cuatro restaurantes, un supermercado gestionado por El Corte Inglés y entre las tiendas habrá joyerías, boutiques de moda femenina o ropa de baño. Por su parte, el cuarto edificio, llamado Migjon, será un centro de eventos, que combinará reuniones empresariales con una zona de ocio para socios y residentes.

Los 321 socios que han financiado la multimillonaria inversión, que también ha contado con el apoyo de Banco Santander, esperan un rápido retorno de la misma a partir del estudio de impacto económico del nuevo Club de Mar de Mallorca, que prevé unos ingresos anuales de 300 millones de euros y la generación de 5.000 empleos entre directos, indirectos e inducidos. “Solo los superyates invertirán 145 millones de euros entre mantenimiento y servicios”. Arrom destaca que otra de las líneas que servirá para incrementar los ingresos será la disputa de competiciones deportivas y eventos relacionados con la náutica. Así, el director general del Club de Mar recalca que este año ha sido el primero en el que ha acogido la nueva zona de exposición del Superyacht New Build Hub (una de las tres del Palma International Boat Show), destinada a la participación de embarcaciones (lo hicieron 10 veleros de más de 40 metros de eslora) de gran eslora construidas por astilleros que fabrican por encargo.