El Barça de Orellana triunfa en Múnich ante el Bayern | Baloncesto | Deportes

El Barcelona pareció liberado sin Joan Peñarroya y sumó su sexta victoria en la Euroliga (74-75). El equipo azulgrana, dirigido por Óscar Orellana, un hombre de club -dos décadas en la entidad desde que entró como delegado del cadete-, mientras los jefes deciden si fichan a Xavi Pascual o a otro entrenador, realizó un gran trabajo en defensa que le permitió tomar ventaja en la primera mitad y resistir el empujón del Bayern Múnich en la segunda.

No estaba habituado el Barça a recibir tan pocos puntos al descanso (32) ni al final (74). Dario Brizuela y sus compañeros lograron secar a Andreas Obst, uno de los mejores tiradores de la Euroliga, y, en ataque, el equipo logró desmelenarse con la entrada de Nico Laprovittola, recuperado por su equipo tras la lesión, para elevar al Barça hasta los 12 puntos de ventaja (19-31).

Clyburn se aprovechaba de los cambios en defensa del Bayern, que no sabía cómo frenar a su rival. Lo intentó por todas las vías posibles Spencer Dinwiddie, autor de la mitad de los puntos del Bayern en la primera mitad (12 tantos) y que no anotó ninguno en la segunda. Tuvo la oportunidad de resarcirse en el último instante, con dos tiros libres para llevar al equipo bávaro a la prórroga, pero falló el segundo. Murió en la orilla en Bayern, que fue limando la diferencia en una buena segunda parte, más serio en defensa y frenando el frenesí anotador del Barcelona en la pintura. Pero no se descompuso el equipo de Orellana, que tuvo sangre fría y a Toko Shengelia, pegamento para este grupo haciendo un poco de todo (10 puntos, cinco rebotes y cuatro asistencias).

Obst tenía un día nefasto. Cinco tiros y ningún acierto. Pero el alemán apareció en el momento preciso, con su primer triple a falta de de dos minutos (73-74). Aunque no era su noche -falló los dos siguientes- ni la de Punter (cuatro puntos), y se jugó el último ataque con Dinwiddie, que sacó una falta para forzar cinco minutos más de partido, pero le tembló la mano y el equipo azulgrana salió corriendo a abrazar a Orellana.