
BYD cede un poco ante Pekín bajando la producción | Opinión
El crecimiento vertiginoso de BYD se estancó en julio. Su producción cayó un 0,9% con respecto al año anterior, y las ventas solo crecieron un 0,6%. Supone una modesta victoria para Pekín. Las autoridades chinas han pedido a las empresas del motor que pongan fin al neijuan, que podría traducirse como carrera de ratas. En particular, esperan frenar la competencia destructiva, como los descuentos agresivos y los incentivos para a los clientes, que tienen donde elegir en un mercado con exceso de oferta.
El retroceso de BYD es significativo. Su enorme tamaño le ha permitido abrir nuevos frentes en la guerra de precios. En junio ofreció importantes descuentos en más de 20 modelos. A principios de año, comenzó a ofrecer un software de conducción asistida de última generación para todos los modelos con precio a partir de 100.000 yuanes (12.000 euros). Competidores como Geely se apresuraron a imitar estas tácticas.
Pero BYD no es necesariamente el objetivo adecuado. La demanda de sus coches ha crecido al ritmo de la oferta; de hecho, en julio vendió más de los que fabricó. Mientras, el uso de la capacidad de otros grupos, desde Dongfeng (estatal) hasta Great Wall Motor (privado) ha caído por debajo del 50% en el último año, según Automobility. Dongfeng indicó el viernes que aumentó la producción en un 25% en julio con respecto al año anterior, pese a que las ventas cayeron un 2%.
Aun así, los cambios en BYD apuntan a que las autoridades pueden al menos lograr un alto el fuego. Están acumulando pequeñas medidas, como reunirse con los líderes del sector, publicar artículos de opinión incendiarios en los medios estatales, examinar minuciosamente las cuentas de las empresas, tomar medidas enérgicas contra prácticas como la venta de vehículos de segunda mano con kilometraje cero, y acelerar los pagos a los proveedores. Analistas de UBS que visitaron concesionarios en Shanghái en julio observaron que estaban recortando los incentivos. Geely dijo en junio que se abstenía de ampliar la producción.
Una victoria decisiva requiere consolidación. Eso es más difícil de forzar. En el sector solar, que afronta problemas similares, las empresas están considerando un fondo para comprar y cerrar el exceso de capacidad. Por ahora, Pekín cuenta con algunas pequeñas victorias en su haber.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías