
Bolsa: La ampliación de capital de Orsted choca con su reseteo | Opinión
El nuevo comienzo de Rasmus Errboe ya se ha visto frustrado. El consejero delgado de Orsted, empresa valorada en 12.000 millones de euros, que tomó el mando en febrero, está pidiendo a los accionistas 60.000 millones de coronas danesas (8.000 millones de euros) para reducir la deuda y seguir construyendo Sunrise Wind, un proyecto problemático en Estados Unidos. La caída del 29,65% en el precio de las acciones del promotor danés de energía eólica marina refleja que el gran problema que heredó de su predecesor, Mads Nipper –afirmar que lo peor ya había pasado para luego revelar una nueva sorpresa desagradable– no ha desaparecido realmente.
La ampliación de capital se produce tras un balance general muy afectado por la inflación, los retrasos en la cadena de suministro y los cambios en las políticas de subvenciones que han trastornado la incipiente industria eólica marina estadounidense. Estos factores ya llevaron a Orsted a descartar algunos proyectos en Estados Unidos y a registrar importantes pérdidas por deterioro, pero en abril Errboe todavía se mostraba confiado en la financiación de su proyecto.
Ahora, una orden de paralización de las obras dictada en abril por la Administración de Donald Trump, contrario a la energía eólica, contra otro proyecto de Equinor, ha hecho temer al grupo danés que no pueda financiar la construcción de Sunrise Wind, a pesar de que la orden se levantó en mayo.
Esto se debe a que la financiación dependía de que Orsted vendiera participaciones en el proyecto a terceros –lo que en la terminología se denomina farm-downs–, a pesar de encontrarse en una fase inicial de construcción. La hostilidad y la imprevisibilidad del Gobierno estadounidense implican que las ventas parciales serán menos lucrativas, lo que significa que Errboe tendrá que asumir el coste en el balance de su empresa. Para mantener su calificación crediticia de grado de inversión, eso significa recaudar 40.000 millones de coronas para Sunrise Wind, más 20.000 millones adicionales para cubrir las necesidades de gasto de capital extra.
Errboe no puede hacer mucho con respecto a Trump. Sin embargo, rivales como Iberdrola y SSE tienden a vender participaciones y reciclar el capital más adelante, cuando los proyectos están a punto de completarse o entrar en funcionamiento. En épocas de bonanza, el enfoque de Orsted libera capital de forma temprana, lo que impulsa un crecimiento más rápido. Pero cuando los compradores se vuelven cautelosos y las condiciones financieras se endurecen, el modelo le obliga a buscar dinero para mantener la construcción en marcha. Si a esto le sumamos que Errboe ha recortado la previsión de rendimiento del capital empleado y el ebitda para 2026, los inversores se enfrentan a otra sorpresa desagradable y específica de la empresa.
Dado que la emisión está totalmente suscrita por Morgan Stanley y respaldada por el Estado danés, que posee el 50,1%, Orsted obtendrá su dinero. Errboe puede señalar el hecho de que solo el 20% de su capacidad eólica marina en construcción procederá de Estados Unidos. Por lo tanto, cuando se tape el agujero, sigue viendo margen para un rendimiento del capital empleado del 13% para el grupo a partir de 2028.
Aun así, la magnitud de las necesidades de capital en relación con su capitalización bursátil actual es sorprendente. Muchos inversores minoritarios se lo pensarán dos veces antes de entrar en el juego: Equinor, que posee una participación del 10%, se limitó a decir que “evaluaría la propuesta”. La tarea de Errboe es convencerles de que no está simplemente ganando tiempo antes de la próxima crisis.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías