La Fed se prepara para reducir los tipos de nuevo ante las dudas por el deterioro del mercado laboral | Economía
Estados Unidos exhibe un crecimiento sólido gracias al tirón del sector tecnológico y la exuberancia de los mercados financieros. Sin embargo, cuando se acerca la lupa a los datos, el relato comienza a mostrar contradicciones. La industria tecnológica cabalga a lomos de la irrupción de la inteligencia artificial (IA); los mercados financieros están en máximos, pero el mercado laboral muestra síntomas de desaceleración y el consumo se está moderando. Con estos ingredientes, la Reserva Federal decidirá previsiblemente este miércoles una nueva rebaja de un cuarto de punto de los tipos de interés, la segunda consecutiva, después de nueve meses sin cambios. El movimiento, de confirmarse, dejará las tasas en un rango del 3,75%-4%.
La decisión se da prácticamente por descontada, si se atiende a las previsiones de media docena de casas de análisis de bancos y fondos de inversión recabados por este periódico. Las probabilidades de una rebaja de 25 puntos básicos son del 97,8%, según los precios de los futuros que cotizan en CME Group.
Los inversores dan por hecha la rebaja pese a que la Reserva Federal (Fed) decidirá casi a ciegas. El cierre del Gobierno federal, por falta de acuerdo entre republicanos y demócratas para prorrogar el presupuesto, ha interrumpido el suministro de estadísticas oficiales que permite a la Fed tomar la temperatura correcta a la economía. Jerome Powell, el presidente de la Reserva Federal, advirtió la semana pasada que si el cierre gubernamental se prolonga, y con centenares de agencias federales que llevan 29 días casi sin actividad por falta de dinero, el organismo “empezará a no captar datos”, lo que complicará la toma de decisiones.
Las firmas privadas de análisis también han destacado una ralentización en la compra de coches y del mercado inmobiliario. “La inflación, más débil de lo esperado, se debió principalmente a la caída de los precios de los automóviles usados y de las categorías relacionadas con los alquileres, tras un comportamiento más fuerte de lo esperado en agosto”, explica Tiffany Wilding, economista en Pimco.
La teoría económica sugiere que cuando la actividad se ralentiza, los precios se moderan. Pero no es el caso. La agresiva política comercial desatada por Donald Trump con la imposición de aranceles discrecionales a sus socios ha elevado la presión sobre los precios. La inflación escaló hasta el 3% en septiembre, según datos recopilados antes del cierre gubernamental y publicados la semana pasada. Aunque es el mayor nivel desde enero, también es inferior a lo que esperaban analistas. Así que no hay obstáculos aparentes para una nueva rebaja de tipos.
“La inflación por encima del objetivo es un problema, y los aranceles siguen representando una amenaza, pero es justo decir que las subidas de precios inducidas por los aranceles no se están materializando con la agresividad que se temía”, precisa James Knightley, economista jefe internacional de ING en Estados Unidos. “Un IPC más suave de lo esperado es una prueba más de que, salvo algunos traslados desiguales de los costes arancelarios en diversas industrias de bienes de consumo, la inflación estadounidense se está moviendo hacia el mandato de la Fed, según Tiffany Wilding, economista en Pimco.
“El problema más acuciante es el deterioro del mercado laboral, con una clara probabilidad de que la economía de poca contratación, pocos despidos se convierta en una economía de no contratamos, despedimos”, añade Knightley. El analista advierte del riesgo para el doble mandato de la Fed, estabilidad de precios y maximizar el empleo.
Hay otros dos asuntos sobre los que habrá que estar pendiente durante la reunión de la junta de gobernadores de la Reserva Federal que tendrá lugar el miércoles. Por un lado, las presiones políticas de Trump para controlar el Banco Central. El republicano quiere rebajas de los tipos de interés más rápidas y pronunciadas para insuflar energía a una economía que empieza a mostrar síntomas subyacentes de ralentización cuando queda apenas un año para las elecciones de mitad de mandato, que podrían cortarle las alas al poder presidencial. Trump ya colocó a Stephen Miran como miembro de la junta de gobernadores. Durante la pasada reunión del Comité Federal del Mercado Abierto (FOMC, en sus siglas en inglés), el órgano de la Fed que decide sobre los tipos, celebrada en septiembre, Miran fue el único que rompió el voto unánime al defender una rebaja de tipos más agresiva.
El secretario del Tesoro, Scott Bessent, ya ha elaborado una lista de candidatos para sustituir a Powell, que termina su mandato el próximo mayo. Y Trump ha dicho que espera tener el nombre de la persona que ocupará la presidencia de la Fed antes de final de año.
Liquidez
El otro asunto al que habrá que estar pendiente es la gestión de la liquidez. Los analistas esperan que esta semana la Reserva Federal ponga fin a tres años de ajuste del balance. “La Fed allana el camino hacia una mayor liquidez y respaldo a los activos de riesgo”, según Florian Späete, estratega sénior en Generali AM. Se espera que la Reserva Federal alivie de esta forma las presiones sobre los bancos tras el aumento de las preocupaciones porque la liquidez se está volviendo demasiado escasa en los mercados monetarios.
“El presidente de la Fed, Powell, anunció recientemente que la reducción de su balance terminaría en los próximos meses. Aunque la formulación es vaga, esto sugiere que el endurecimiento cuantitativo (QT, del inglés quantitative tightening) podría terminar ya este año. Esta medida solo se esperaba para el primer trimestre de 2026. Supondría un cambio hacia unas condiciones de liquidez más acomodaticias, lo que reduciría la presión sobre los mercados de financiación”, añade Späete, que ve un impacto limitado de un adelanto del calendario de la Fed para terminar con el QT.
La Fed ha reducido su balance en dos billones de dólares desde 2022 con la venta o vencimiento de bonos del Tesoro y títulos respaldados por hipotecas. Powell señaló en su discurso de la semana pasada que la Fed podría poner fin a la reducción de su balance en los próximos meses, citando “algunos indicios” de restricción en los mercados monetarios. “Esperamos que las autoridades concluyan el endurecimiento cuantitativo en el primer trimestre de 2026, a más tardar, con un probable anuncio en octubre o diciembre”, añade Michael Krautzberger, CIO Global de Renta Fija de Allianz Global Investors.
Por último, los inversores tratan de ver más allá de esta semana para anticipar los próximos movimientos de la Reserva Federal, pero para eso aún tienen que esperar a la reunión del próximo 10 de diciembre. Entonces la Fed tendrá que decidir si echa el freno porque los precios siguen tensionados o ahonda en las rebajas porque la economía se ha frenado más de la cuenta. En cualquier caso, aún están tratando de estudiar el efecto real de la nueva política arancelaria de Trump sobre la economía.
