El Ibex rompe todos los récords de dividendos: el mercado espera que aumenten un 31% de 2024 a 2026 | Mercados Financieros
Los pequeños inversores están de enhorabuena. La remuneración al accionista, una de las señas de identidad de la Bolsa española, vuelve a brillar con fuerza. Tras años de prudencia, el dividendo recupera protagonismo impulsado por el exceso de capital bancario, los beneficios récord, las desinversiones y el retorno al pago de grupos como Grifols e IAG. Según el consenso de FactSet, las compañías del Ibex 35 distribuirán más de 35.500 millones en 2025 y superarán los 42.000 millones en 2026, un 31% más que los 32.200 millones abonados en 2024. La tendencia ya empieza a vislumbrarse. En los nueve primeros meses de 2025, las empresas del selectivo repartieron 29.213 millones, un 10,5% más que un año antes.
La fuerte subida de la Bolsa ha recortado la rentabilidad por dividendo del mercado español. Según los datos de Bloomberg, el rendimiento del Ibex 35 es del 3,28%. Pero la mejora prevista para los próximos meses promete dar alegrías a los inversores, en particular en un momento en el que los tipos de interés están en el 2%. Teniendo en cuenta que la capitalización del índice suma 818.200 millones de euros, los 42.000 millones previstos para el año que vienen suponen un rendimiento en torno al 5%. Solamente la Bolsa italiana ofrece tanta rentabilidad al inversor; los mercados de Alemania, Francia y Reino Unido darán entre el 3% y el 3,5% de rendimiento, y el Standard & Poor’s 500, menos del 2%.
El valor que más dividendos pagará en 2026 es el más grande del Ibex: Inditex repartirá a sus accionistas 5.900 millones, según las previsiones del mercado, de los que 3.540 irán para su fundador, Amancio Ortega. Con todo, de los 42.000 millones previstos para 2026, 17.000 vendrán de los seis bancos cotizados (Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell, Bankinter y Unicaja), también los grandes impulsores de la subida del Ibex. De hecho, la opa del BBVA sobre el Sabadell se ha convertido, aun después de su fracaso, en uno de los motores del pago al accionista, pues durante 17 meses de contienda ambas entidades han tratado de ganarse a los pequeños inversores. La entidad catalana, según su plan estratégico 2025-2027, se compromete a devolver 6.400 millones a los accionistas, un importe que equivale a más del 40% de su valor en Bolsa. El plato fuerte llegará en 2026, cuando, además de los pagos ordinarios, abonará un dividendo extraordinario de 0,5 euros procedente de la venta de TSB al Santander. En conjunto, el mercado estima que el pago total rondará los 0,7 euros por acción, el equivalente a más de 3.530 millones, el 8% del total del conjunto del selectivo. En 2025 ya ha distribuido 0,1244 euros por acción (636 millones) y en diciembre prevé repartir otro de 0,07 euros (358 más).
Por su parte, tras el fracaso de la opa, BBVA ha redoblado su apuesta por la retribución. A finales de mes iniciará una recompra de 1.000 millones y el 7 de noviembre abonará el mayor dividendo de su historia, 0,32 euros por acción. Su plan estratégico prevé repartir 36.000 millones hasta 2028, incluyendo recompras. El consenso estima que a lo largo de 2026 repartirá 0,90 euros por acción, 5.202 millones en total. “Esperamos que los gestores se centren en dejar el mejor sabor de boca posible”, señalan los analistas de Jefferies.
La retribución de la banca española ha dado un giro de 180 grados en los últimos años. Los elevados niveles de capital y los resultados récord han hecho olvidar el pago en acciones o scrip dividend, fórmula introducida por Santander en 2009 y replicada por sus competidores. Los analistas de Jefferies advierten de que, con los tipos más bajos, las entidades podrían destinar parte del exceso de capital a impulsar el crecimiento en un entorno de tipos de interés más moderados.
Pero de momento no es el caso y los bancos quieren prolongar su idilio con la Bolsa. Santander ha anunciado un dividendo de 0,115 euros por acción, un 15% más, para el 3 de noviembre. Junto a los 0,11 euros repartidos el pasado febrero, eleva a 0,225 euros el total distribuido en 2025 (3.350 millones). Para 2026 el mercado prevé 0,26 euros por acción (3.870 millones).
Energía: estabilidad y visibilidad
Junto al sector bancario, el sector energético es el más generoso de la Bolsa, con Iberdrola y Naturgy a la cabeza. La energética que preside Ignacio Sánchez Galán ha establecido en su plan estratégico un suelo para la remuneración al accionista de 0,64 euros para 2028 y se compromete a mantener un pay-out de entre el 65% y el 75%. Por su parte, Naturgy se ha marcado como objetivo una mejora progresiva de la retribución al accionista hasta alcanzar los 1,9 euros por acción en 2027. El mercado espera que este ejercicio reparta hasta 1,7 euros, llegando a rozar los 1,8 euros en 2026.
Enagás, que en 2024 metió la tijera al dividendo para hacerlo más sostenible y alinearlo con sus comparables, prepara el terreno ahora para ir subiéndolo de forma progresiva. En total, sumando Iberdrola, Naturgy, Endesa, Repsol, Enagás, Redeia y Acciona Energía, el sector abonará a los inversores casi 10.000 millones de euros en 2026.
El regreso de los dividendos perdidos
A lo largo de los dos últimos años, IAG y Grifols han retomado el pago de dividendos. La aerolínea abonó 0,03 euros por acción el 9 de septiembre de 2024, su primer cupón desde 2019, y en junio de este ejercicio repitió la experiencia con 0,06 euros. Los analistas de Renta 4 esperan que la compañía mantenga la senda creciente y alcance 0,08 euros por acción con cargo a los resultados de 2026. Grifols, mientras, sigue su senda de recuperación tras el caso Gotham. Además de recuperar el grado de inversión, las desinversiones para rebajar la deuda le permitieron retomar el pago a los accionistas. El pasado agosto abonó 0,15 euros, su primer cupón en cuatro años, y la empresa se ha comprometido a repetir la experiencia en 2026, con un mercado que lo estima en 0,22 euros.
Entre las cotizadas que están en casilla de salida para pagar dividendos se encuentra Cellnex. Hasta la fecha, el operador de torres de comunicación no ha abonado un dividendo real, limitándose a utilizar reservas para amortizar acciones propias. Los analistas de Deutsche Bank consideran que el sólido crecimiento orgánico y la generación de flujo de caja crean las condiciones adecuadas para que la compañía reparta su primer dividendo real a partir de 2026.
En el lado opuesto, Aena afronta el reto de mantener su generosidad en plena fase de inversión. Tras el split realizado en junio —que desdobló cada acción en diez títulos—, el mercado espera que el dividendo por acción se reduzca desde los 9,76 euros abonados en 2025 hasta los 1,19 euros que estima el consenso de FactSet. Sin el efecto del split, el importe previsto superaría los 10 euros en el escenario más optimista.
El balance es claro: el dividendo vuelve a ser un pilar central de la Bolsa española. Con la banca, la energía y los grandes grupos industriales como protagonistas, los próximos ejercicios prometen mantener a los accionistas en el centro del relato bursátil.
