Norris gana en México; Verstappen, llega con todo | Fórmula 1 | Deportes

McLaren lleva varias carreras tratando de explicar lo inexplicable: cómo Max Verstappen se ha reenganchado a la pelea por un título que hace solo un par de meses parecía quimérico para el holandés, incapaz de contrarrestar la superioridad del MCL39 de Oscar Piastri y Lando Norris. En cuatro carreras y un mes y medio, de Monza (7 de septiembre) a Austin (19 de octubre), el campeón les limpió 60 puntos al australiano y al británico, más centrados en el fuego cruzado que en la frenética recuperación de su rival. Red Bull va al ataque con todo, subido el búfalo rojo a la versión más implacable de ‘Mad Max’.
Este Mundial arrancó condicionado de serie por el próximo. Más que por el curso 2026 en sí, por el tsunami que generará la aplicación del nuevo reglamento técnico que forzará a los equipos a darles la vuelta a los monoplazas. Uno de los momentos más relevantes en cualquier ejercicio llega cuando las escuderías deben derivar parte de sus esfuerzos y recursos en el que será el prototipo del año siguiente. Un punto clave que todavía lo es más en la coyuntura actual, ante una normativa por estrenar en el horizonte. Ese argumento es la base de McLaren para tratar de justificar el recorte de Verstappen, que ha ido recibiendo mejoras en su bólido, mientras la evolución de los de sus oponentes se estancaba. Especialmente eficiente fue el fondo plano introducido en Monza y optimizado este fin de semana, en México.
Para McLaren, haber ganado el título de constructores del año pasado ha supuesto, además de una morterada de dinero considerable, también una reducción en las horas de uso del túnel de viento y de la Dinámica de Fluidos Computacional (CFD), en comparación al resto de competidores. Esta realidad encaja como un guante en según qué circuitos, y algo menos, en otros. En México, Verstappen y la tropa energética volvieron a evidenciar su obsesión con esa quinta corona consecutiva, con una estrategia a la contra que llevó al chico de Hasselt desde la quinta plaza de la parrilla hasta la tercera, después de completar más de 30 vueltas con un juego de gomas blandas que terminaron en las lonas. Si no terminó el segundo fue, seguramente, gracias al coche de seguridad virtual provocado por el abandono de Carlos Sainz –el mismo desenlace tuvo Fernando Alonso– en la penúltima vuelta, que desactivó su última ofensiva a Charles Leclerc. El triunfo fue para Norris, el sexto de la temporada para un corredor implacable en el Hermanos Rodríguez, tanto por velocidad –pole– como en consistencia. Esta victoria, combinada con la quinta posición de McLaren, convierte al chico de Somerset en el nuevo líder de la tabla, con un punto de margen sobre su vecino de taller. Verstappen sigue reduciendo su desventaja sobre el líder, que ahora ha quedado fijada en 36 puntos a falta de cuatro citas y dos sprint para el final, 124 puntos en total. Con él en pista, hay Mundial.
