EE UU pierde el miedo a la inflación y su deuda a corto plazo ronda mínimos de tres años | Mercados Financieros

Sin referencias macroeconómicas que permitan evaluar la salud de la economía estadounidense por el cierre del Gobierno, el impacto de los mensajes de los responsables de su política monetaria se amplifica. El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, adelantó esta misma semana que los últimos datos conocidos sugieren un mayor riesgo a la baja para el empleo de Estados Unidos, reforzando la inclinación hacia recortes adicionales en los próximos meses. Sus palabras, junto con las señales del Libro Beige sobre una ligera pérdida de dinamismo en la actividad, refuerzan las expectativas de tipos más bajos en un entorno en el que los inversores aceleran la búsqueda de activos seguros

Los operadores del mercado han reaccionado de inmediato actualizando sus previsiones de recorte de las tasas. Los futuros de los fondos federales calculados por la herramienta FedWatch de CME otorgan una probabilidad casi del 100% a una reducción de las tasas en las próximas reuniones y elevan a más del 50% las probabilidades de nuevos recortes en enero. Hasta ahora, el mercado esperaba una pausa, seguida de una flexibilización más gradual, posiblemente a partir de marzo. Unos tipos más bajos podrían dar impulso a unas Bolsas que empiezan a mostrar señales de agotamiento, en medio de crecientes rumores sobre una posible burbuja en torno a la Inteligencia Artificial.

Aunque las tensiones comerciales han subido de tono en las últimas semanas, los inversores mantienen la calma. Mientras EE UU y China se cruzan amenazas arancelarias que podrían reavivar las presiones inflacionistas, el mercado confía en que la Fed termine cediendo ante las señales de enfriamiento del empleo. La búsqueda de un puerto seguro y las expectativas de tasas más bajas se traducen en rendimientos más bajos. Con el bono a 10 años de EE UU al filo del 4%, un nivel que no perdía desde abril, la referencia a dos años cae por debajo del 3,5%, mínimos de septiembre de 2022.

El consenso del mercado interpreta que los comentarios de Powell no solo consolidan las expectativas de que la Fed rebajara las tasas dentro de dos semanas, sino que refuerzan las perspectivas de recortes en enero y marzo. En esta línea, los analistas de ING anticipan, además de las dos bajadas pendientes en lo que queda de año, otras dos en 2026, una más de lo previsto en las últimas proyecciones del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC), encargado de fijar la política monetaria de la Fed, publicadas en septiembre. Según estas previsiones, a medio plazo los tipos en EE UU se situarían en el 3-3,25%. “La pérdida de impulso en la actividad durante las últimas ocho semanas respalda el mensaje del presidente de la Fed de que la situación no ha mejorado desde la última reducción de tipos. Los indicadores recibidos no son especialmente alentadores, lo que mantiene la orientación hacia nuevos recortes en los próximos meses”, señalan los expertos del banco holandés.

Los analistas de UBS también creen que las expectativas de tipos más bajos ganan fuerza semana a semana. Es decir, esperan que la Fed termine priorizando la salud del empleo, incluso con la inflación por encima del 2%. A diferencia del BCE, cuyo objetivo principal es la estabilidad de precios, la Fed tiene un doble mandato: procurar una inflación estable y mantener el pleno empleo.

“El debate sobre la política monetaria en EE UU sigue inclinado hacia una relajación gradual”, señalan en el banco suizo. Estas perspectivas se ven apuntaladas por los cambios en el seno de la Fed. Con la incorporación de Stephen Miran, ya son tres las voces que abogan por tipos más bajos. “Aunque aún se escuchan comentarios prudentes sobre los recortes, estos se centran más en el ritmo y el momento de las bajadas que en cuestionar su necesidad”, añaden.

Mientras Powell insiste en actuar con prudencia, Miran advierte de que la Fed corre el riesgo de repetir errores del pasado. En 2022, antes de que el estallido del conflicto en Ucrania disparara los precios de la energía, los banqueros centrales sostenían que el repunte inflacionario era transitorio, fruto de la reapertura tras la pandemia. Cuando el petróleo Brent y el gas se dispararon, Powell reconoció que el banco central había reaccionado tarde. Para corregir ese error, la Fed, junto al BCE y el Banco de Inglaterra, ejecutaron las mayores subidas del precio del dinero en décadas.

En una entrevista a la Fox, Miran insistió en la necesidad de bajar los tipos 50 puntos básicos este mes. “Si la política monetaria se mantiene tan restrictiva como está y ocurre un shock en la economía, se incrementan materialmente las consecuencias”, apunta. Aunque los aranceles son una medida inflacionista, considera que el enfriamiento de la economía contribuiría a contener los precios.

Más cauto se muestra Christopher Waller. El gobernador de la Fed, hasta ahora —junto a Michelle Bowman— una de las voces disidentes con la estrategia de “esperar y ver”, reconoce que existe margen para reducir las tasas en incrementos de 25 puntos básicos. Para justificar su tono más moderado, Waller ha destacado la falta de claridad en los datos: mientras algunos indicadores confirman que la economía mantiene cierta resiliencia, otros apuntan a un enfriamiento.

Con las agencias federales de Estados Unidos cerradas a cal y canto desde el pasado 1 de octubre, los inversores y los responsables de política monetaria se mueven a ciegas. Tienen que conformarse con las previsiones de las grandes firmas o con sus propios cálculos. El índice de la Fed de Nueva York confirmó que en octubre la actividad del sector servicios se contrajo al ritmo más rápido en cuatro años al caer de los 4,2 puntos a los -23,6. Para ver un desplome de este calibre hay que remontarse a 2021 cuando el sector servicios aún luchaba por recuperarse del impacto de la pandemia. Por su parte, el indicador que elabora la Fed de Filadelfia sobre el sector manufacturero se contrajo a su nivel más bajo en seis meses.

Los analistas de UBS sostienen que, aunque la inflación sigue por encima del objetivo del 2%, los recortes están justificados. A su juicio, las interrupciones en la publicación de datos y las amenazas arancelarias no disuadirán a la Fed. “Los indicadores del mercado laboral siguen mostrando debilidad, con bajos niveles tanto de despidos como de contrataciones, y los índices de confianza continúan deteriorándose. Nuestro escenario base para la relación comercial entre EE UU y China es el de compromiso antes que escalada, lo que creemos que impedirá que los aranceles alteren significativamente la trayectoria de la política monetaria de la Fed en este momento”, remarcan. El único punto que puede aportar algo de luz es el dato de inflación de septiembre, que se publicará el 24 de octubre, apenas una semana antes de la reunión del comité.

Si ya resulta complicado hacer proyecciones a corto plazo, aún lo es más a seis meses vista. Al ruido arancelario se suman ahora los movimientos internos en la Reserva Federal. El secretario del Tesoro, Scott Bessent, ha asegurado en los últimos días que en diciembre presentará al presidente Donald Trump la lista de posibles sustitutos de Powell al frente de la institución. Entre los nombres que suenan figuran, además de Waller y Bowman, el exgobernador de la Fed Kevin Warsh y Kevin Hassett, principal asesor económico de la Casa Blanca y director del Consejo Económico Nacional.

About The Author

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

BUGA.COM.CO

Tu sitio

Buga

An elegant and minimalistic theme, which is predominantly designed for a web news portal and magazine with an immense research on contemporary online newspapers. With the help of available customizer options and widgets, you can implement layouts as a trending news journals, modern fashion magazine, travel blogging & magazine, clean and minimal news sites, blogging site and even more. The theme is SEO friendly with optimized codes and awesome supports.

M7 Social

M7 Social Subtitle