Trabajo llevará el refuerzo del registro horario al Consejo de Ministros del martes | Economía
El Ministerio de Trabajo está decidido a aprobar cuanto antes al menos una parte del proyecto de reducción de jornada que el Congreso rechazó hace dos semanas, el refuerzo del registro horario. La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha anunciado este viernes que el próximo Consejo de Ministros, el que se celebrará el martes que viene, aprobará la vía de urgencia para esta iniciativa, de manera que el Ejecutivo acortará algunos plazos. A la vez ha cargado contra el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, al que ha acusado de “machismo rampante” por sugerir que el impulso de esta política es una rabieta de Díaz por no aprobar la reducción de jornada a 37 horas y media.
“El próximo martes va con carácter de urgencia la tramitación del control horario al Consejo de Ministros”, ha dicho Díaz en un acto en Ferrol (A Coruña). Ha catalogado esta herramienta como una vía para “defender a la clase trabajadora”. Según los últimos datos de la Encuesta de Población Activa, 420.300 trabajadores no cobran ni una de sus horas extra y 71.400 solo reciben emolumentos por una parte de las horas de más que realizan.
Este viernes a medianoche termina el periodo de consulta pública del proyecto. Tras su paso por el Consejo de Ministros este martes, tendrá que enfrentarse a otros trámites que, según las estimaciones del ministerio, ocuparán en torno a cuatro o cinco meses. Lo normal, según estas estimaciones, es que el registro horario no sea potenciado hasta principios del año que viene.
El PSOE modificó el Estatuto de los Trabajadores en 2019 para obligar a que haya un registro horario en las empresas. Trabajo cree que es que esa normativa se quedó corta y que no consigue evitar las horas extra impagadas, que era necesario un desarrollo reglamentario que nunca se afrontó y que ahora pretende aplicar Trabajo. De ahí que no necesite el visto bueno del Congreso, al no tratarse de un cambio en una ley, sino de un desarrollo reglamentario de una norma ya en vigor.
Con todo, el cambio en el registro horario no llegará tan lejos como pretendían tanto el ministerio como los sindicatos, al menos de momento. En el acuerdo firmado por CC OO, UGT y el ministerio se contemplaba un aumento de las sanciones por incumplimientos empresariales que sí exige un cambio normativo (de la Ley de Infracciones y Sanciones del Orden Social), por lo que se ha quedado fuera del texto en fase de consulta pública. Trabajo no renuncia a este aumento de las sanciones, pero de momento no está en el proyecto.
Como ya venía explicando el ministerio, su objetivo es que el nuevo registro sea interoperable y accesible para la Inspección. Así, los inspectores podrán consultar en cualquier momento los asientos de cualquier empleado. Distintas voces empresariales vienen sosteniendo que este sistema podría constituir una violación de la protección de datos, una premisa rechaza de plano por el ministerio.
Desde el departamento de Díaz se subraya que esto no es ninguna novedad, que Inspección ya puede requerir datos parecidos, pero la novedad es que la exigencia de que el registro sea digital agilizará la labor inspectora.
Respuesta a Garamendi
“Hay veces que vota una cosa el Parlamento, hay veces que vota otra, pero cuando no sale bien, parece que alguien se enrabieta y tiene que hacer cosas y no va a ser sólo una. Va a plantear muchas, yo creo que de carácter populista”. Estas palabras de Garamendi, que pronunció este jueves en Madrid, son una muestra de “machismo” en opinión de Díaz. Ya lo expresó ayer por la tarde en redes sociales y hoy lo ha concretado en su intervención en Ferrol: “Quiero dirigirme a él por el machismo que rezuman las palabras que ha dicho sobre mí. Quiero decirle claramente que no vamos a permitir que personas como el señor Garamendi, que cobra salarialmente 25 veces el salario mínimo, nos dé lecciones de reducción de jornada laboral“.
Ese último comentario conecta con otra parte de la intervención de Garamendi, en la que criticó al Gobierno por, en su opinión, no defender la “cultura del esfuerzo”. Puso como ejemplo al tenista Carlos Alcaraz para transmitir esa idea: “¿Tú crees que Carlitos [Alcaraz] trabaja 37 horas y media a la semana? No. Es la cultura del esfuerzo, de sufrir, de saber qué pierdes, qué ganas […] Esos no son los estímulos que desde la sociedad se lanzan. Se lanza este estímulo: hay que trabajar menos para vivir mejor”.
Ante estas palabras, Díaz ha dicho que “el señor Alcaraz no es la mayoría social de nuestro país; digo más, el señor Garamendi, con machismo rampante, no sabe lo que es trabajar 40 horas a la semana”.
