
Sordo y Álvarez se encierran en una iglesia de Vallecas en protesta contra el veto a la reducción de jornada | Economía
Los secretarios generales de CCOO, Unai Sordo, y de UGT, Pepe Álvarez, han anunciado a última hora de este martes que durante las próximas horas permanecerán encerrados en la Iglesia de San Carlos Borromeo en el madrileño barrio de Vallecas, a modo de protesta para denunciar que el Congreso vaya a tumbar este miércoles la toma en consideración del proyecto de ley de la reducción de la jornada laboral por el rechazo de PP, Junts y Vox.
Así lo han anunciado ambos líderes sindicales desde esta iglesia vallecana donde han celebrado un encuentro con entidades sociales precisamente para abordar la reducción de la jornada laboral, acompañados por las secretarias generales de UGT y CCOO de la comunidad de Madrid, Susana Huertas y Paloma López, respectivamente.
Sordo y Álvarez han decidido visibilizar esta protesta nocturna en Madrid con este encierro o “vigilia previa” a la votación en el Congreso, como la han denominado los sindicalistas, para trasladarse mañana a Barcelona, donde participarán en la protesta convocada en la ciudad Condal por el rechazo a esta ley. Los sindicatos han anunciado protestas en toda España este miércoles para manifestar su rechazo a que se impida que se debata esta propuesta.
El Gobierno ha intentado hasta última hora arrancar los votos favorables de Junts, ya que la formación independentista catalana, es socia de investidura del Ejecutivo, pero lejos de conseguir su respaldo, los nacionalistas se han mantenido firmes en el rechazo a que esta norma se pueda incluso debatir en el Parlamento.
De hecho, lo que pretenden hacer este miércoles las tres formaciones de derechas es aprobar una de las enmiendas a la totalidad presentadas por estos partidos para que el texto decaiga completamente, y no pueda tramitarse como proyecto de ley, algo que daría la posibilidad de incorporar enmiendas de todos los grupos.
Los nacionalistas catalanes argumentan y los populares han argumentado su veto a tramitar esta norma en el hecho de que la patronal no haya respaldado esta medida, tal y como se negoció en el diálogo social entre Trabajo, los sindicatos y los empresarios. Por ello, el secretario general de UGT denunció que si la CEOE hubiera querido llegar a un acuerdo se podría dar una votación con “un consenso importante”.